miércoles, 24 de julio de 2013

ORIGENES DE LA REFLEXOLOGÍA



Los orígenes de esta técnica manual curativa son difíciles de fechar y localizar, como lo son la mayoría de técnicas ancestrales, puesto que es muy posible que distintas culturas desarrollaran formas parecidas de tratar las enfermedades y patologías. Pero se cree que surgió hace poco más de 4000 años, en culturas tan antiguas como los Egipcios y los Chinos, Hipocrátes o los Incas, pero no existe evidencias de esta antigüedad.

Hay otras teorías que difieren sobre el origen de gadner esta terapia, aduciendo que los primeros en utilizar las presiones sobre los pies fueron los indios Cherokee de Carolina del Norte.

No hay evidencias específicas que apoyen estas teorías, como tampoco las hay de que el masaje practicado por ellos haya tenido mayor trascendencia. Lo que sí sabemos es que esta práctica ha sido aplicada por los pueblos aborígenes de Norteamérica durante generaciones. Los Cherokees, desde hace siglos, han dado gran importancia a los pies para mantener un equilibrio físico, mental y espiritual. Masajearlos forma parte de una ceremonia sagrada, pues creen que los pies son nuestro contacto con la tierra y con las energías que fluyen a través de ella y además, por medio de ellos, el espíritu está vinculado con el universo. Ellos llaman "doncella de la luna" a la mujer que, desde su juventud, demuestra tener talento o instinto natural para la curación, por lo que es escogida por toda la tribu para que lo siga desarrollando a lo largo de su vida.

La reflexología moderna nace esencialmente de los trabajos de principios del siglo XX llevados a cabo por dos americanos, los doctores William Fitzgerald y Eunice Ingham. Fue Fitzgerald quien propuso inicialmente la teoría de que el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo “reflejo” se encuentra en áreas perfectamente definidas de los pies y de las manos.






La Reflexología es una técnica natural basada en la existencia de puntos reflejos en diferentes partes del cuerpo,  que corresponden a los órganos y glándulas del organismo.

Durante una sesión de Reflexología se trabajan estos puntos mediante presiones y movimientos sistemáticos realizados generalmente con los dedos, que producirán una respuesta refleja en los órganos correspondientes, con quien están intimamente relacionados. El resultado de estos toques en las redes reflejas es un reseteo o reinicialización de nuestro medio interno: la circulación sanguinea, y también la comunicación nerviosa, generando desde el primer momento relajación, disminución del dolor y mejora de los síntomas presentes. De este modo se activan los mecanismos de autocuración que todo ser humano tiene para mantener la homeostasis, debido a que está ayudando a que el cuerpo trabaje mejor y sea más capaz de afrontar el estrés de la vida.

Esto también le confiere propiedades preventivas, ya que se evitan futuras dolencias, sobre todo si se asocia a hábitos de vida saludables.






La técnica reflexológica más conocida es Reflexología Podal y de la mano. Con sus bases ancladas en las civilizaciones antiguas, algunas muestras arqueológicas la localizan en Egipto, India y China hace unos 5.000 años, y una continuidad por todo el mundo desde entonces. Hoy en día se practica en la mayor parte de los países y en todos los ámbitos: hospitales, consultas privadas, equipos multidisciplinares, etc. potenciando al mismo tiempo la investigación científica.

Nuestros pies y nuestras manos albergan un importante número de terminaciones nerviosas (neuronas en contacto directo con el Sistema Nervioso Central), que hacen de estas zonas el campo de trabajo más habitual y efectivo para los reflexólogos, aunque no las únicas.

La Facioterapia y la Auriculoterapia entre otras, son técnicas que trabajan con el mismo fundamento que la Reflexología Podal pero actuando sobre la cara y el pabellón auricular.


La Reflexología es una terapia holística, ya que ejerce sus efectos equilibradores sobre el campo físico, el energético y el espiritual. Considera al ser humano como un “todo” con varios aspectos que no se pueden separar. Cuando una persona recibe un tratamiento de Reflexología, toda ella se beneficia, entre otras muchas cosas de:

  • Relajación profunda, elemento indispensable para que nuestro sistema nervioso pueda funcionar adecuadamente (recordemos que es quien rige todos los sistemas) y puedan liberarse las tensiones existentes en cuerpo y mente.
  • Mejora del flujo sanguineo, básico y esencial para que los órganos lleven a cabo su trabajo de forma efectiva.
  • Tomando consciencia de uno mismo. Emociones y físico, dos procesos paralelos y simultáneos que el ser humano ha de integrar.
Es una terapia no invasiva, apta para todas las edades y condiciones; ideal para los niños y muy adecuada para embarazadas y para combinar con otras terapias o tratamientos que se estén siguiendo, tanto naturales como alopáticos. 

Autora:
Marina Latorre Ros
Naturópata, Reflexóloga, terapeuta floral.

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