Diferentes libros basados en la Dieta de el Dr. Peter J. D'Adamo.
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martes, 27 de agosto de 2013
jueves, 1 de agosto de 2013
LOS 10 SECRETOS DE EL VENDEDOR MAS GRANDE DE EL MUNDO
El vendedor mas grande de el mundo es un libro de superación y éxito y tambien de autoayuda. Los 10 principios que esta historia contiene se han convertido en una filosofía de vida, en nuevos hábitos inteligentes para el éxito. Algunos ya los han practicado de manera innata a lo largo de su vida.
Og Mandino, fallecido en 1996, escribió más de una docena de libros y “El vendedor más grande del mundo” fue su primer y más grande éxito. Parte de este éxito se debió a que grandes corporaciones, como Coca-Cola, adquirieron miles de copias para motivar a sus empleados. Este éxito convirtió a Mandino, además de escritor de éxito, en un gran conferenciante, que recorrió todo el mundo divulgando su obra.
Resulta ahora curioso leer o releer un libro de técnicas de venta escrito en 1967. El libro se lee como una pequeña novela, bien escrita y con un guión simple pero efectivo, que desgrana la historia mientras inserta un pequeño manual para el vendedor.
No todo lo que podemos leer en sus páginas es aplicable al mercado actual, aunque es innegable el efecto motivador que puede tener en cualquier actividad que exija un estado mental de gran concentración, como el deporte de competición. Para entender algunas recomendaciones del libro debemos pensar en los vendedores de aquella época, cuando se llamaban viajantes, que salían de casa por semanas o meses y se dedicaban en muchos casos a llamar a las puertas de las casas ofreciendo sus productos.
Resulta difícil entender ahora aquel mundo pero, por un momento, podemos sumergimos en la historia de Hafid, un humilde camellero convertido en el vendedor más grande del mundo. El libro está impregnado de moral cristiana y basa su sistema en la repetición de una serie de recomendaciones con el fin de que éstas se conviertan en hábitos y trasciendan al subconsciente.
Leído con ojos de nuestro tiempo, ciertas partes del libro parecen claramente trasnochadas, pero muchas otras son claves universales para desarrollar una venta efectiva. Es curioso que, aún hoy, con una simple búsqueda en Google, podemos leer cientos de testimonios de gente a la que la lectura de este libro le ha cambiado la vida.
Si tú también te dedicas a las ventas y quieres mejorar tus resultados, deberías leerlos e implementarlos en tu día a día. Los cambios positivos no tardarán en aparecer.
Aunque insisto en la lectura completa de la obra, hoy te los revelo con frases originales del autor, fragmentos que me han ayudado a ser una mejor profesional:
-El Pergamino número Uno: “Hoy comienza una nueva vida”.
A pesar de haber escogido esta carrera repleta de oportunidades a la vez quede angustia y desesperación, no fracasaré como los otros.
A pesar de haber escogido esta carrera repleta de oportunidades a la vez quede angustia y desesperación, no fracasaré como los otros.
Debo practicar el arte de la paciencia porque la naturaleza no procede jamás con apresuramiento.
La experiencia de alguien que tuvo éxito en el pasado, será impracticable mañana.
La experiencia de alguien que tuvo éxito en el pasado, será impracticable mañana.
La única diferencia entre los fracasados y los exitosos en la vida reside en la diferencia de sus hábitos. Los buenos son la clave, los malos, la puerta al fracaso.
Me formaré buenos hábitos y seré esclavo de ellos.
Cada uno de los pergaminos contiene un principio que sustituirá un hábito malo por uno bueno.
El primero de mis nuevos hábitos será leer cada pergamino durante 30 días antes de leer el siguiente. Primero, en silencio, al despertar. Luego, tras la comida del mediodía. Por último, y en voz alta, antes de acostarme.
La repetición diaria convertirá al nuevo hábito en parte integral de mi mente activa para pasar a formar parte de mi mente inconsciente, la que crea mis sueños.
Al convertirse en hábito, al practicarlo diariamente, se hace fácil y entonces, placentero.
Hoy soy una nueva persona, con una nueva vida.
-El Pergamino número Dos: “Saludaré el día con amor en mi corazón”.
Es el secreto más grande del éxito de toda empresa.
Sólo el poder invisible del amor puede abrir el corazón del hombre.
Haré del amor mi arma más poderosa. Les derretirá el corazón.
Contemplaré todas las cosas con amor. Elogiaré a mis enemigos y serán amigos míos. Animaré a mis amigos y se volverán mis hermanos. Amaré a todas las clases de hombre porque cada uno tiene cualidades dignas de ser admiradas, aunque están ocultas. Derribaré la muralla de la sospecha y en su lugar edificaré puentes hasta sus almas.
El amor es mi arma para abrir corazones y también para protegerme del odio y la ira de otros. Si me agreden, me dirigiré a ellos en silencio e internamente les diré que los amo.
Me amaré a mí mismo y vigilaré celosamente todo lo que entra en mi mente, mi cuerpo y mi corazón. No mimaré los apetitos de la carne. Trataré mi cuerpo con limpieza y moderación. Impediré que mi mente sea atraída por el mal o la desesperación. Los estimularé con conocimiento y sabiduría. No permitiré que mi alma se vuelva complaciente y satisfecha. La alimentaré con la meditación y la oración.
Amaré a toda la humanidad. El odio no corre por mis venas porque no tengo tiempo para odiar.
Por más habilidades y conocimiento que tenga, sin amor fracasaré.
-El Pergamino número Tres: “Persistiré hasta alcanzar el éxito”.
Todos los días la vida me pone a prueba de nuevo. Si persisto, alcanzaré el éxito.
Me abstendré de escuchar aquellos que lloran o se quejan, porque la enfermedad es contagiosa.
Siempre daré un paso más.
Jamás aceptaré la derrota y borraré de mi vocabulario fracaso, no puedo, imposible, improbable, irrealizable, abandono, impráctico, sin esperanzas o retirada.
Trabajaré y aguantaré manteniendo la vista fija en mis metas. Recordaré la ley del promedio: con cada fracaso estaré más cerca del éxito.
Tampoco permitiré que mis éxitos me hagan caer en la complacencia del hoy: es el fundamento del fracaso.
Si persisto lo suficiente alcanzaré la victoria.
Si persisto lo suficiente alcanzaré la victoria.
-El Pergamino número Cuatro: “Soy el milagro más grande de la Naturaleza”.
Nunca ha existido ni existirá nadie como yo: con mi me mente, mi corazón, mi mente, mis oídos, mi boca.
Soy una criatura única: el milagro más grande de la Naturaleza.
Proclamaré mi singularidad al mundo. Nadie venderá como yo. Promoveré esta diferencia.
No imitaré a otros. Venderé, proclamaré y sentiré orgullo de mi diferencia.
Tengo un potencial ilimitado y sólo uso una pequeña porción de mi cerebro y ejercito una ínfima parte de mis músculos.
No quedaré nunca satisfecho con los éxitos del ayer. Puedo hacer mucho más de lo realizado y lo haré.
No quedaré nunca satisfecho con los éxitos del ayer. Puedo hacer mucho más de lo realizado y lo haré.
Estoy con un propósito en esta tierra. Así que concentraré todos mis esfuerzos y me autoexigiré el máximo potencial.
Acrecentaré mis conocimientos. Practicaré, mejoraré y puliré mis palabras y mis modales para que atraigan como el azúcar que atrae a los demás.
Dejaré los problemas de casa en casa y los del trabajo en el trabajo. Así me mantendré unido a los dos. Ni el hogar ensombrecerá mis negocios ni mis negocios apagarán mi amor.
Tengo ojos para ver y mente para pensar: con cada victoria, la próxima lucha será más fácil.
Venceré porque soy único, singular.
-El Pergamino número Cinco: “Viviré este día como si fuese el último de mi vida”.
No perderé ni un momento en lamentarme por las desgracias del ayer. Ha quedado sepultado para siempre. No pensaré más en él.
Este día es todo lo que tengo. Doy gracias por el don de un nuevo día.
Soy afortunado. Las horas de hoy, algo extra, inmerecido.
Trataré con ternura y afecto cada hora porque no volverán jamás.
Destruiré la indecisión con acción, el temor con confianza y sepultaré las dudas bajo la fé.
Los deberes de hoy cumpliré hoy.
Saborearé este día y daré gracias.
Cada minuto de hoy será más fructífero y fecundo que las horas de ayer.
Mi último día deberá ser mi mejor día.
-El Pergamino número Seis: “Hoy seré dueños de mis emociones”.
La Naturaleza es un ciclo de estados de ánimo y yo soy parte de ella.
Si ofrezco a mis clientes lluvia y tinieblas, reaccionarán con tristeza. Si ofrezco gozo, claridad y entusiasmo, reaccionarán con alegría y mi tiempo será productivo.
Débil es aquel que permite que sus pensamientos controlen su acciones.
Si estoy deprimido, cantaré.
Si sólo, reiré.
Si enfermo, redoblaré mi trabajo.
Si con miedo, me lanzaré adelante con acción.
Si inferior, vestiré ropas nuevas.
Si inseguro, levantaré la voz.
Si pobre, pensaré en riqueza.
Si incompetente, recordaré éxitos pasados.
Si insignificante, pensaré en mis metas.
Si sólo, reiré.
Si enfermo, redoblaré mi trabajo.
Si con miedo, me lanzaré adelante con acción.
Si inferior, vestiré ropas nuevas.
Si inseguro, levantaré la voz.
Si pobre, pensaré en riqueza.
Si incompetente, recordaré éxitos pasados.
Si insignificante, pensaré en mis metas.
Pero también:
Si confianza excesiva, recordaré mis fracasos.
Si inclinado a la buena vida, recordaré hambres pasadas.
Si complacencia, recordaré mis competidores.
Si todopoderoso, intentaré detener el viento.
Si alcanzo grandes riquezas, pensaré en una boca hambrienta.
Si orgulloso en exceso, recordaré momentos de debilidad.
Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplaré las estrellas.
Con todo este nuevo conocimiento comprenderé y recordaré los estados de ánimo de los demás.
Reconoceré e identificaré el misterio de los estados de ánimo de la humanidad y míos mismos.
Los dominaré y controlaré mi destino.
Hoy controlo mi destino, seré dueño de mí mismo, seré grande.
Si inclinado a la buena vida, recordaré hambres pasadas.
Si complacencia, recordaré mis competidores.
Si todopoderoso, intentaré detener el viento.
Si alcanzo grandes riquezas, pensaré en una boca hambrienta.
Si orgulloso en exceso, recordaré momentos de debilidad.
Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplaré las estrellas.
Con todo este nuevo conocimiento comprenderé y recordaré los estados de ánimo de los demás.
Reconoceré e identificaré el misterio de los estados de ánimo de la humanidad y míos mismos.
Los dominaré y controlaré mi destino.
Hoy controlo mi destino, seré dueño de mí mismo, seré grande.
-El Pergamino número Siete: “Me reiré del mundo”.
De todos los seres vivos sólo el hombre puede reírse.
Cultivaré el hábito de la risa. Es el gran secreto de la larga vida.
Y, especialmente, reírse de uno mismo.
Tres palabras conseguirán que el buen humor no se aparte de mí: “ Esto pasará también”.
Trabajaré para no estar triste. Disfrutaré la felicidad de hoy. Me reiré de mis fracasos y se desvanecerán. Me reiré de mis éxitos y quedarán reducidos a su verdadero valor.
El día será triunfante sólo cuando mis sonrisas provoquen risas en otros.
Nunca me permitiré ser tan sabio, tan importante, tan reservado, tan poderoso que me olvide de reírme de mí mismo y del mundo.
Seguiré siendo siempre un niño porque sólo así puedo admirar a otros y mientras lo haga, no tendré una opinión excesiva sobre mí mismo.
Mientras pueda reírme, jamás seré pobre. Sólo con la risa y la felicidad puedo alcanzar el éxito.
Seré feliz y tendré éxito.
Seré feliz y tendré éxito.
-El Pergamino número Ocho: “Hoy multiplicaré mi valor en un 100%”.
El trigo no puede elegir ser alimento para puercos, molido para pan o sembrado para su multiplicación. Yo tengo la facultad de escoger.
El trigo no puede elegir ser alimento para puercos, molido para pan o sembrado para su multiplicación. Yo tengo la facultad de escoger.
Fijaré metas para el día, el mes, el año y mi vida.
Recordaré mis mejores trabajos y los multiplicaré en un 100%.
Si tropiezo, me levantaré de nuevo. Todos los hombres deben tropezar antes de lelgar a su hogar.
Sobrepasar los hechos de otros carece de importancia. Sobrepasar los propios, lo es todo.
No habrá escapatoria de mí mismo hasta que mis palabras se conviertan en hechos.
No apuntaré demasiado bajo.
No trabajaré como lo haría un fracasado.
Extenderé siempre mi brazo más allá de lo que esté a mi alcance.
Nunca quedaré contento con mi actuación.
Ampliaré siempre mis metas una vez alcanzadas.
Procuraré que la próxima hora sea mejor que esta.
Pero sobretodo, nunca proclamaré mis éxitos. Que el mundo se me acerque con alabanza y que yo tenga la sabiduría de recibirlo con humildad.
-El Pergamino número Nueve: “Procederé ahora mismo”.
Los sueños sin acción carecen de valor.
La acción es el alimento y la bebida que nutrirán mi éxito.
Me convertiré en luciérnaga. Sólo proyecta su luz cuando está en movimiento. Y así Iluminaré el mundo.
No eludiré las tareas de hoy ni las postergaré. Es mejor actuar y fracasar que quedarse quieto o sobrevivir a duras penas.
Saltaré de la cama en lugar de dormir una hora más, como el fracasado.
Saltaré de la cama en lugar de dormir una hora más, como el fracasado.
Sólo la acción determina mi valor y para multiplicarlo, multiplicaré mi acción.
Trabajaré cuando el fracasado busque descanso.
El ahora es todo lo que tengo.
Si el león siente hambre, come. Si el águile tiene sed, bebe. Si no lo hicieran, morirían.
Yo siento sed de éxito. Hambre de felicidad y paz mental. Si no actúo, pereceré en mi vida de fracaso.
El éxito no espera.
-El Pergamino número Diez: “Oraré pidiendo dirección”.
¿ Qué hombre con poca fé no ha invocado a su Dios en un momento de angustia o desesperación ?
¿ No son nuestros clamores una forma de oración?
Oraré, pero no pidiendo cosas materiales, sinó dirección.
Clamaré orientación, señales en el camino.
Y así fue como quedé impregnada de la sabiduría de Og Mandino y su vendedor más grande del mundo.
OG MANDINO
El vendedor más grande de el mundo
Editorial Grijalbo, 1967
El vendedor más grande de el mundo
Editorial Grijalbo, 1967
martes, 23 de julio de 2013
¿DE QUE ESTAN HECHOS LOS SUEÑOS?
Todos los sueños no son iguales: algunos quedan impresos en nuestra memoria durante años, nos ayudan a comprendernos, a veces por la insistente repetición de un sueño, propenso a volver varias veces, siempre igual, aunque distanciado en el tiempo. Estos son los que los antiguos definían como sueños “salidos de la puerta de marfil”, es decir bellos, verdaderos, dignos de ser interpretados como mensaje de los dioses. Por consiguiente, son diferentes de los insignificantes y groseros, sueños que desaparecen enseguida en cuantos nos despertamos, porque han sido provocados por una cena demasiado pesada, por la posición que habíamos adoptados durmiendo o por las impresiones de lo que habíamos visto u oído durante el día.
Cómo interpretar los sueños
Cómo interpretar los sueños
“Un sueño no interpretado es semejante a una carta nunca abierta”. Está máxima está sacada del Talmud, libro sagrado del pueblo judío que era sabio en materia de sueños y numerología.
He aquí algunas reglas para aprovechar mejor los beneficios de los sueños, aprender a desmenuzarlos y a interpretarlos.
He aquí algunas reglas para aprovechar mejor los beneficios de los sueños, aprender a desmenuzarlos y a interpretarlos.
En principio, antes de dormir, cuente una serie infinita de corderos. Imagínese que uno tras otro saltan por encima de una cerca y, a cada salto, repítase mentalmente << uno, estoy soñando; dos, estoy soñando; tres, estoy soñando…>> hasta que llegue el sueño sin darse cuenta.
Cada vez que se despierte con mal gusto de boca a causa de malos sueños que haya tenido y que no le hayan gustado, pruebe a dar retroceder en el sueño y reinventar el final feliz que le faltaba.
Si algo le atormenta o si busca una solución genial a un problema, haga un resumen escrito en una hoja y repítalo varias veces mentalmente; luego pase una buena noche. En cuanto se despierte, si piensa minuciosamente lo que ha soñado, se dará cuenta que tiene la solución al problema, solución a la que el pensamiento racional no hubiera llegado. Ponga el despertador para que suene cada hora y media, para despertarse después de cada periodo de sueño y no solamente en el último, lo que le dará más aspectos en que pensar.
Soñar despierto durante el día permite valorar con más detalles los sueños nocturnos. Y no olvide que el hecho de dormir bien equilibra el cuerpo y la mente, el hecho de soñar mejor y soñar mucho es fuente de buen humor, de juventud y longevidad.
En cuanto a la interpretación, hay que saber qué tipo de sueño es; la diferencia entre un sueño de contenido corriente o, al contrario, un mensaje importante le será indicado por sus impresiones al despertar y la emoción que le acompaña. Si siente que esta vez se trata de un verdadero sueño, no lo deje escapar. Anote enseguida los elementos clave, o mejor aún, grábelos antes que la consciencia al despertar tenga tiempo de borrarlos o de modificarlos.
Empiece a desmenuzar el sueño pieza a pieza, procurando comprender si se trata de un mensaje especulativo que refleja su situación, o de un sueño que habla en un lenguaje simbólico en el cual un elemento representa a otro.
Fíjese bien en el color que tienen sus sueños, en la aparición de las cifras o de formas geométricas, o también en las palabras sueltas que pueden invadir improvisadamente el mundo de los sueños. Hay que estar también atentos a la forma de los objetos y de las personas, en particular si aparecen raros o diferentes de lo que son en realidad.
No olvide que el sueño no debe ser subestimado ni ponerse en un altar. No se aflija y no espere del mensaje del sueño más de lo que este es capaz de transmitirnos. Tiene mucho tiempo por delante para soñar y muchos otros mensajes que captar.
Cada vez que se despierte con mal gusto de boca a causa de malos sueños que haya tenido y que no le hayan gustado, pruebe a dar retroceder en el sueño y reinventar el final feliz que le faltaba.
Si algo le atormenta o si busca una solución genial a un problema, haga un resumen escrito en una hoja y repítalo varias veces mentalmente; luego pase una buena noche. En cuanto se despierte, si piensa minuciosamente lo que ha soñado, se dará cuenta que tiene la solución al problema, solución a la que el pensamiento racional no hubiera llegado. Ponga el despertador para que suene cada hora y media, para despertarse después de cada periodo de sueño y no solamente en el último, lo que le dará más aspectos en que pensar.
Soñar despierto durante el día permite valorar con más detalles los sueños nocturnos. Y no olvide que el hecho de dormir bien equilibra el cuerpo y la mente, el hecho de soñar mejor y soñar mucho es fuente de buen humor, de juventud y longevidad.
En cuanto a la interpretación, hay que saber qué tipo de sueño es; la diferencia entre un sueño de contenido corriente o, al contrario, un mensaje importante le será indicado por sus impresiones al despertar y la emoción que le acompaña. Si siente que esta vez se trata de un verdadero sueño, no lo deje escapar. Anote enseguida los elementos clave, o mejor aún, grábelos antes que la consciencia al despertar tenga tiempo de borrarlos o de modificarlos.
Empiece a desmenuzar el sueño pieza a pieza, procurando comprender si se trata de un mensaje especulativo que refleja su situación, o de un sueño que habla en un lenguaje simbólico en el cual un elemento representa a otro.
Fíjese bien en el color que tienen sus sueños, en la aparición de las cifras o de formas geométricas, o también en las palabras sueltas que pueden invadir improvisadamente el mundo de los sueños. Hay que estar también atentos a la forma de los objetos y de las personas, en particular si aparecen raros o diferentes de lo que son en realidad.
No olvide que el sueño no debe ser subestimado ni ponerse en un altar. No se aflija y no espere del mensaje del sueño más de lo que este es capaz de transmitirnos. Tiene mucho tiempo por delante para soñar y muchos otros mensajes que captar.
Análisis de los símbolos más comunes en la interpretación de los sueños
Los elementos:
Los elementos bipolares son cuatro. Mezclados de forma diversa y proporcional constituyen, según filósofos griegos, la materia primordial del mundo.
Fuego: Significa masculino, energía, actividad, dinamismo.
Aire: Significa masculino, expansión, ligereza, espiritualidad.
Agua: Significa femenino, fluidez, receptividad, maternidad.
Tierra: Significa femenino, positivismo, pesadez, materia.
Fuego: Significa masculino, energía, actividad, dinamismo.
Aire: Significa masculino, expansión, ligereza, espiritualidad.
Agua: Significa femenino, fluidez, receptividad, maternidad.
Tierra: Significa femenino, positivismo, pesadez, materia.
Los planetas:
Los conocidos por los antiguos como divinidad, centros de energía y columnas de la ciencia astrológica son siete:
Sol: el padre, la vida, la luz, la consciencia.
Luna: la madre, el tiempo, la fertilidad, el subconsciente.
Mercurio: el joven, el intelecto, el movimiento, la palabra.
Venus: la mujer, el amor, la belleza, el arte.
Marte: el varón, el sexo, la guerra, la sangre.
Júpiter: el hombre maduro, la riqueza, la sabiduría, la autoridad.
Saturno: el viejo, el aislamiento, la esencialidad, la muerte.
Sol: el padre, la vida, la luz, la consciencia.
Luna: la madre, el tiempo, la fertilidad, el subconsciente.
Mercurio: el joven, el intelecto, el movimiento, la palabra.
Venus: la mujer, el amor, la belleza, el arte.
Marte: el varón, el sexo, la guerra, la sangre.
Júpiter: el hombre maduro, la riqueza, la sabiduría, la autoridad.
Saturno: el viejo, el aislamiento, la esencialidad, la muerte.
Las formas geométricas:
Círculo: la perfección, la unidad, la eternidad, el cielo.
Triángulo: el desequilibrio, el movimiento, el fuego.
Cuadrado: la estabilidad, el orden, la solidez, la tierra.
Estrella: el destino, el hombre (la cabeza y los cuatro miembros).
Espiral: la evolución, la involución.
Cruz: el conflicto que se resuelve en el centro donde convergen los opuestos.
Media luna: lo irracional, el misterio, el poder femenino.
Recta: el yo.
Paralela: la dualidad.
Triángulo: el desequilibrio, el movimiento, el fuego.
Cuadrado: la estabilidad, el orden, la solidez, la tierra.
Estrella: el destino, el hombre (la cabeza y los cuatro miembros).
Espiral: la evolución, la involución.
Cruz: el conflicto que se resuelve en el centro donde convergen los opuestos.
Media luna: lo irracional, el misterio, el poder femenino.
Recta: el yo.
Paralela: la dualidad.
Los colores:
Blanco: la síntesis, la luz, la pureza.
Negro: el peligro, el subconsciente, la muerte, el misterio.
Rojo: la vida, la sangre, el calor, la pasión, la guerra.
Rosa: los efectos serenos, la tranquilidad, la feminidad.
Amarillo: la soledad, la alegría, los celos, la rabia.
Naranja: la energía, la vitalidad, el estudio.
Verde: la esperanza, la naturaleza, el renacimiento, la oscuridad.
Azul: la sabiduría, la profundidad, la espiritualidad.
Violeta: la meditación, la dulzura, la tristeza.
Negro: el peligro, el subconsciente, la muerte, el misterio.
Rojo: la vida, la sangre, el calor, la pasión, la guerra.
Rosa: los efectos serenos, la tranquilidad, la feminidad.
Amarillo: la soledad, la alegría, los celos, la rabia.
Naranja: la energía, la vitalidad, el estudio.
Verde: la esperanza, la naturaleza, el renacimiento, la oscuridad.
Azul: la sabiduría, la profundidad, la espiritualidad.
Violeta: la meditación, la dulzura, la tristeza.
El espacio:
Izquierda: la mujer, lo negativo, el ocaso.
Derecha: el hombre, lo positivo, el alba.
Grande: lo importante, el presente, lo urgente.
Pequeño: lo omisible, el pasado.
Alto: el espíritu, lo dinámico.
Bajo: la tierra, la materia, lo estático.
Derecha: el hombre, lo positivo, el alba.
Grande: lo importante, el presente, lo urgente.
Pequeño: lo omisible, el pasado.
Alto: el espíritu, lo dinámico.
Bajo: la tierra, la materia, lo estático.
Los números:
0: el comienzo, la energía.
1: la unidad, el yo, la energía creadora.
2: la pareja, la dualidad, el conflicto.
3: la síntesis, la perfección, el hijo.
4: la estabilidad, la materia.
5: el dinamismo, la aventura.
6: el sexo, el amor, el dolor.
7: la espiritualidad, el final de un ciclo.
8: la eternidad, el misterio.
9: el conocimiento:
1: la unidad, el yo, la energía creadora.
2: la pareja, la dualidad, el conflicto.
3: la síntesis, la perfección, el hijo.
4: la estabilidad, la materia.
5: el dinamismo, la aventura.
6: el sexo, el amor, el dolor.
7: la espiritualidad, el final de un ciclo.
8: la eternidad, el misterio.
9: el conocimiento:
Utilidad de los sueños
Archivo de la información diaria
La primera función que desempeñaría el cerebro durante el sueño sería la de codificar todos los datos de una forma especial que permitiese su fijación en la memoria: lo que podríamos denominar sueños de codificación, de los que raras veces somos conscientes, pero que cuando lo somos podemos reconocer porque aparecen en el mismo los hechos ocurridos durante el día mezclados y deformados de una manera que nos parece absurda e irracional, y con una importancia y valoración muy distinta de la que les asumiríamos en la vigilia.
Resolución de problemas durante el sueño
Son muy bien conocidos los casos de personas célebres que resolvieron sus problemas gracias a los sueños; el mismo Edison (creador de la bombilla) no se recataba en reconocer que cada vez que se le presentaba un problema aparentemente insoluble se iba a dormir, prescindiendo que fuera de día o de noche, y durante el sueño siempre se le aparecía la solución buscada, que luego no tenía más que poner en práctica y dar por finalizado otro de sus inventos.
Sin llegar a esos extremos, es muy frecuente “ir a consultar con la almohada” cuando nos atosiga un problema, y más de una vez éste se soluciona durante un sueño o lo vemos más claro a la mañana siguiente.
Conversar con el inconsciente
Sin llegar a esos extremos, es muy frecuente “ir a consultar con la almohada” cuando nos atosiga un problema, y más de una vez éste se soluciona durante un sueño o lo vemos más claro a la mañana siguiente.
Conversar con el inconsciente
¿Quién no ha oído decir alguna vez “Yo duerno muy bien porque tengo la consciencia tranquila” o “Yo duermo como un tronco porque estoy en paz con mi consciencia? Y quienes dicen esto quizá no se dan cuenta de la gran verdad que encierran estas palabras, pues una de las funciones de los sueños es la de ponernos en paz con nuestra conciencia; es decir, la de ayudarnos a eliminar aquellas tensiones, frustraciones, traumas y remordimientos que nos ocasiona casi a diario el tener que vivir como personas civilizadas, sometidas a unas nomas sociales que muchas veces coartan nuestros instintos y deseos más profundos, o nos obligan a hacer cosas que repugnan a nuestra consciencia.
La previsión del futuro
Al analizar los sueños se hace evidente que debemos clasificarlos en dos categorías distintas: premoniciones y predicciones. La premonición es una deducción sobre lo que puede suceder basándonos en datos o indicios que ya se poseen, mientras que la predicción significa conocer lo que sucederá sin nada que justifique dicho conocimiento.
Por ejemplo, el caso de una persona que soñó que estando asomada al balcón de su piso, éste se rompía y caía a la calle. El soñador empezó a reflexionar y por último se dirigió al balcón y examinándolo detenidamente, no tardo en descubrir una grieta que desconocía, si bien no cabe la menor duda que inconscientemente la divisaría y posteriormente daría origen al sueño premonitorio.
El verdadero sueño profético o predictivo, se produce rara vez y ante todo se caracteriza por la fuerza y realismo, que impresiona tan vivamente, queda tan fielmente grabado en nuestra mente, que incluso al cabo de años se recuerda hasta el más mínimo detalle.
Por ejemplo, el caso de una persona que soñó que estando asomada al balcón de su piso, éste se rompía y caía a la calle. El soñador empezó a reflexionar y por último se dirigió al balcón y examinándolo detenidamente, no tardo en descubrir una grieta que desconocía, si bien no cabe la menor duda que inconscientemente la divisaría y posteriormente daría origen al sueño premonitorio.
El verdadero sueño profético o predictivo, se produce rara vez y ante todo se caracteriza por la fuerza y realismo, que impresiona tan vivamente, queda tan fielmente grabado en nuestra mente, que incluso al cabo de años se recuerda hasta el más mínimo detalle.
TUAN, LAURA
El gran libro ilustrado de los sueños
Editorial de Vecci, 2001
El gran libro ilustrado de los sueños
Editorial de Vecci, 2001
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