«El veganismo es el principio abolicionista sobre la explotación de los animales por parte del hombre. El aspecto positivo de esta definición negativa (no-explotación) es la concesión de la libertad. En una palabra: emancipación. Veganismo será definido como el principio de la emancipación de los animales de la explotación por parte de los seres humanos.» ~ Leslie Cross
El veganismo es una ética que postula la inclusión de los demás animales en la comunidad moral. Esto es, el reconocimiento de los animales nohumanos como sujetos de consideración moral. O dicho de otro modo: dejar de ver a los no-humanos como objetos o recursos que existen para nuestro uso y beneficio, y pasar a considerarlos como personas.
Esta postura se basa en dos principios fundamentales:
Primero; si un ser posee la capacidad de sentir entonces tiene conciencia, voluntad e intereses, y, por tanto, cumple el único requisito necesario y suficiente para ser reconocido como miembro de lacomunidad moral en tanto que es un ser que tiene valor intrínseco.
Segundo; una vez que que hemos reconocido la existencia de su valor intrínseco, solamente seremos justos —de acuerdo con el principio de igual consideración— respetando su voluntad e intereses al mismo nivel que los nuestros, independientemente de la especie a la que pertenezca el individuo que posee voluntad e intereses.
Al contrario de lo que se suele manifestar en ocasiones, el veganismo no es una “herramienta” o un medio —una dieta o un estilo de vida— sino que es un principio ético. Así lo explicaba Leslie Cross, uno de los fundadores del movimiento vegano en sus comienzos:
«Es importante recalcar que uno de los resultados de esta definición es que hace del veganismo un principio. Es, por supuesto, un principio del cual ciertas prácticas naturalmente se extienden, pero es en sí mismo un principio, y no un conjunto de prácticas.»
«El veganismo es esencialmente una doctrina de libertad. Busca liberar a los animales de la atadura del ser humano, y al ser humano de la atadura a una creencia falsa: la creencia falsa de que tenemos un derecho moral a considerar a los demás animales para nuestros propios fines.»
Lo opuesto al veganismo constituye un prejuicio injusto y arbitrarrio que se conoce como especismo, y que deriva en la discriminación y la explotación de los demás animales por el simple hecho de no ser humanos. El veganismo se opone radicalmente a esta discriminación a través de nuestras elecciones individuales así como mediante el activismo basado en la educación no-violenta.
No hay ninguna diferencia moral entre abusar de seres humanos o abusar de animales nohumanos. Todos ellos sienten y tienen los mismos intereses básicos. No quieren que nadie les haga daño ni se aproveche de ellos. Por eso, el sexismo, la homofobia, el racismo y el especismo son injusticias equivalentes. Ninguna razón moral justifica discriminar a otros individuos por ser de una determinada una raza, sexo, especie u orientación sexual.
Asumir el principio del veganismo implica que dejemos de participar en la utilización de animales nohumanos para cualquier propósito humano: no comerlos, no vestirnos con trozos de sus cuerpos, no participar en ninguna actividad que implique utilizarlos. Además, no tenemos necesidad de usar a otros animales para vivir, y disponemos de opciones en todos los ámbitos de la vida [alimentación, vestimenta, trabajo, ocio,...] que no implican utilizar a los nohumanos.
La herramienta para conseguir que este principio se aplique a toda la sociedad es el activismo. El activismo es algo en lo que todos deberíamos implicarnos en la medida de nuestras posibilidades. Si por coherencia asumimos el principio del veganismo en todos los ámbitos de nuestra vida entonces deberíamos aplicarlo igualmente al activismo —un activismo basado en la promoción y difusión del veganismo a todos los niveles.
El veganismo no discrimina moralmente entre individuos por su especie, sino que se enfoca en un determinado prejuicio —el especismo— que sí discrimina injustamente a los animales nohumanos de la consideración moral, por considerarlos meros objetos que existen para beneficio de los humanos. Como activistas, abogamos porque se establezca la igualdad y se reconozca el valor moral —el valor intrínseco— de los no-humanos.
El veganismo puede ser entendido como una extensión del principio de la noviolencia a nuestra relación con los demás animales. Este principio significa abandonar el odio y la hostilidad y desarrollar nuestras vidas sin recurrir a la violencia, optando en su lugar por la razón y la empatía.
Luís Tovar
filosofiavegana.blogspot